Una historia sufí nos habla de un hombre que vivía en Turquía. Un día oyó hablar de un gran maestro que moraba en Persia, y que poseía el secreto de la sabiduría.Sin pensárselo dos veces, el hombre vendió sus cosas, se despidió de la familia, y se marchó en busca de aquel secreto.
Después de años viajando, consiguió llegar a la cabaña donde vivía el gran maestro. Lleno de temor y respeto, se acercó y aguardó a que el sabio regresara de su paseo matutino.
-Vengo de Turquía –dijo en cuanto hubo aparecido el sabio-. He venido hasta aquí sólo para hacerte una pregunta.
-Bien. Puedes hacer sólo una pregunta.
-Tengo que ser muy claro en lo que voy a preguntar. ¿puedo hacerlo en turco?
-Puedes –dijo el sabio-. Y ya he respondido a tu única pregunta. Cualquier otra cosa que desees saber, pregunta a tu corazón; no hace falta viajar tanto para descubrir que ése es el mejor consejero que existe.Y cerró la puerta.
(estoy en un momento en el que no paro de preguntarle a mi corazón... así que se me perdona el momento paranoia)
1 comentario:
Y tu corazón...que te dice?
Cuéntamelo al oido, que no se lo digo a nadie!
^^
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