Una Duda que ya no está

No todo lo que ocurre en el país de las maravillas es bueno. A veces, pasan cosas tristes. Y uno no tiene sólo un blog para comentar viajes o películas.Pues casi que sobran las palabras. Que Duda ya no está entre nosotros. Y que me toca seguir echándola de menos cuando vuelva a Granada, esta vez indefinidamente.Me pregunto si se acordaba de mí. Me da rabia no haber podido estar allí sus últimos meses. Me alegro de que no sufriese, pues tenía un tumor que le provocó un paro cardíaco mientras dormía. Me pregunto dónde andará ahora, si es que anda en algún ¿sitio? Me da pena pensar que a la vuelta no me espere dando saltos. Me pregunto si pensó que me había marchado para siempre.
Fue una compañera excelente, no sólo de juegos. Pasaba las horas mirándome pintar en mi estudio. Dormía conmigo, o en mi cama con mi peluche gorila gigante cuando yo no estaba. Me recibía dando saltos cada día. Me sacó más de una sonrisa. Vio más de una peli conmigo. Me vio cantar, cabrearme, incluso besar a alguien.El caso es que tras nueve años y medio, ha sido compañera y confidente en más de una ocasión. Se podía intuir eso que dicen de que los perros y sus amos se terminan pareciendo.No soy yo de hacer dramas, ni quiero que se llenen los comentarios de pésame. Simplemente es algo de lo que me apetece hablar, aquí y ahora, y tratar de tomarme de una manera natural algo tan natural como es la muerte. Simplemente, llegó su momento.Naturalmente, la echaré de menos. Duda, rip.