jueves, 28 de enero de 2010

Matthew Walker y una lección sobre las ideas

Anteayer conocí en el hostal a una de las personas que más me ha sorprendido en mi travesía por Asia. Llega un nuevo compañero de habitación, un tal Matt. Hablamos un rato, lo normal, de dónde eres, de dónde vienes, qué haces por Singapur... Y cada uno a lo suyo. Pero ayer ambos nos íbamos a comer a la misma hora, y le dije de venirse al restaurante chino al que suelo ir, que la comida es increíble y es bastante barato.Nos sirven la comida y antes del primer bocado me comenta que anda algo nervioso, que si puede contarme una historia. Pues bien...
El tal Matt hace unos años tuvo una idea, tras sufrir un robo cibernético comprando por internet. Un nuevo sistema de seguridad para las tarjetas de crédito, tan sencillo como genial, al que ha llamado PassWindow. Desarrolló el proyecto, y tras años de abogados, patentes y mierdas del estilo, Matt estaba nerviosico porque por fin tenía hoy una cita con un banco que estaba dispuesto a comprarle la idea por (literalmente) una millonada.

Imaginaos mi cara, el inventor de las tarjetas de crédito del futuro duerme encima mía (hablando de literas, malpensados!) y está comiendo conmigo!
Fascinación es poco para describir mi cara mientras me contaba los contratiempos, lo que ha tenido que luchar por su idea, cómo se tomó el apoyo de sus amigos (y cómo muchas de las personas que más le quieren terminaron por decirle que se olvidase del tema)...
Me explicaba que él cree que todos tenemos ideas, pero que la gente simplemente no se las plantea como proyectos. Que no se considera un genio, pues no es complicado en qué consiste su idea. Que en los años de camino hasta llegar hasta hoy ha estado a punto de tirar la toalla. Hablaba de su mujer y de sus dos hijos, que le esperan en Australia. De cómo buscó y buscó en según qué países, pues varían la cantidad de dinero que se queda el estado. Que lo más difícil son las épocas en las que tienes que pagar y pagar para que algo sea tuyo, y no pareces recibir nada a cambio. Que en Australia la cadena abc le entrevistó en su programa The New Inventors... Y así mil cosas más. Y yo boquiabierto.
Lo que son las cosas, terminó pidiéndome prestado el móvil porque (ohmaigad!!) no tenía alarma para despertarse. Hoy acabo de hablar con él. Como quien cuenta que se ha comido una magdalena, Matt me ha dicho "Yeah, it's done!" Creo que aun anda un poco en estado de shock. Y yo me alegro muchííísimo por él, porque me ha parecido una de esas personas nobles, por su familia, y por la lección sobre las ideas y la constancia recibida con noodles y pollo...

4 comentarios:

eFE SuáRez dijo...

wouuuu!!!
La gente inventando cosas y nosotros aquí... hay que ver jaja

pues bien por el señor "caminador" y su idea :D

besicooos!! :D

Trinu dijo...

Yo es que si llevo a cabo todo lo que se me pasa por la cabeza, a lo mejor desato el apocalipsis... :s

caotico_jq dijo...

Pues mira, gente como Matt son los que sirven de inspiración a otra gente. Qué pena que en España no se valoren estas cosas y se prefiera prestar atención a los cuatro vagos de turno de Gran Hermano o la prensa rosa, en vez de a la gente que lucha por sus sueños, por crear algo válido y lo consiguen.

Ojalá Matt llegue donde se propone. Me ha encantado leer este post.

Hugo Mulholland dijo...

que interesante!