Lunes a primera hora: llegamos a Pekín. Primera impresión: muuucho frío. Pero muy bonito todo nevado. Cogemos el bus en el aeropuerto que ha de llevarnos al centro. Una vez allí, queremos coger un taxi para llegar al hostal. Para un hombre aparentemente amable. Quiere cobrarnos 5 euros por el transporte (50 yuans). Lo sacamos por 2 euros (20 yuans). Al principio me da pena, pero según entendí después, lo único que hicimos fue evitar que nos cobrase un precio exageradísimo. No queremos arruinar a nadie, sólo que nos cobren lo mismo que al resto del mundo.
Hoy es Miércoles por la tarde. Nos han intentado timar chicas jóvenes, señoras, señores, parejas... Todo el mundo que nos ve por la calle la cara de europeos que tenemos nos saluda, en inglés: "muy buenas! de dónde sois? estudiantes? y dónde váis ahora? Os hace un té?" Por suerte, en el hostal, carteles en todos los idiomas advierten acerca de tan simpática gente, y es que no por tener cara de chinos y sonreír como inocentes niños a punto de hacer la primera comunión uno se puede fiar de las apariencias. Si llego a venir sólo, estaría más arruinado que Jorge Javier sin Belén Esteban en su programa.
Por otro lado, qué divertidas anécdotas para contar en facebook!! Pues tampoco, porque resulta que aquí, internet está de adorno. Funciona google y mal, y poco más. Ni facebook, ni youtube, ni twitter (aunque no tengo), ni blogger... Y cómo actualizo esto?? Pues con chanchullos cibernéticos aprendidos de gente en el hostal que estudian Computer Science y les jode la censura tanto como a mí. Curiosamente, estoy en el país con más internautas del mundo (unos 300 millones), que me imagino se dedican a leer noticias o jugar al tetris, porque lo que es comunicarse entre ellos lo tienen difícil. Según he leído, el grado de censura depende del momento político del momento, y es que a veces hay fechas "sensibles" para el gobierno comunista (o "comunista" mejor dicho). No voy a hablar de lo injusto de la represión o el atraso que me parece esto en el siglo XXI, primero porque ya somos mayorcitos para hacernos los hippys por el blog, segundo porque cada uno sacará las mismas conclusiones con lo ya dicho.
El caso es que Pekín es precioso, la nieve le da a la ciudad un punto muuuy bonito, pero no os lo puedo enseñar porque blogger no me da la opción de subir fotos, chanchullo informático incluido. La Gran Muralla china me pareció una pasada, mañana visitamos la Ciudad Prohibida por citar algo... Pero tendréis que esperar a que esté de vuelta en Singapur para atestiguarlo con documentos gráficos (mira que no me gusta soltar parrafada en el blog sin imágenes, pero de momento es lo que hay).
Hasta entonces, muchos saluditos, estoy bien, estoy vivo y pasándolo genial.
Gào cí! Hěn kuài jiàn!! (me despido! hasta pronto!!)
Os quiero!!
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